Cuántas veces te han pedido un reporte, del que después no sabes qué decisiones se tomaron al respecto. O te piden el resultado de una medición que se hace por costumbre, pero nunca se usa. Peor aún: miden con el fin de castigar al equipo.
Las mediciones y las métricas aportan información importante acerca del trabajo; permiten comprender mejor los comportamientos y resultados, y son una base para mejorar. Sin embargo, el solo hecho de medir no va a mejorar las cosas.
Muchos equipos y organizaciones han dejado de medir con propósito. Lo sabes cuando encuentras un gran catálogo de mediciones, pero nadie sabe para qué sirve la información.
Mi recomendación para establecer métricas efectivas: pon fecha de caducidad a cada una.
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Define un objetivo: cambiar un comportamiento en la gente o instaurar una nueva práctica.
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Establece las métricas que te ayudarán a evaluar el resultado respecto a la meta.
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Recolecta la información y analízala.
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Descarta la métrica cuando suceda algo de lo siguiente: el comportamiento cambió, o después de un tiempo sigue igual; la nueva práctica demostró dar mejores resultados o los empeoró considerablemente. En ese momento, deja de recolectar esa información y concéntrate en el siguiente objetivo.
¿Qué te parece esta recomendación? ¿Qué problemas tienes en tu organización hoy en día respecto a las mediciones? ¿Qué cosas funcionan bien? ¡Háblame en la caja de comentarios!